Empezar a llevar tú mism@ las redes de tu proyecto, puede parecer abrumador. ¿Qué publicar? ¿Con qué frecuencia? ¿Qué apps usar? ¿Qué está funcionando y qué no?
Pero antes de hablar de herramientas o contenido, toca empezar por el principio: ¿a quién le estás hablando?
Sin audiencia definida, no hay estrategia que funcione 📌
Una de las razones más comunes por las que una cuenta de Instagram o Facebook no despega es esta: se publica para todo el mundo y para nadie en concreto. El contenido se vuelve genérico, disperso, sin foco… y el algoritmo lo nota. Y lo que es peor: tus potenciales clientes no conectan con nada de lo que haces.
Por eso, el primer paso para gestionar bien tus redes es definir con claridad a quién te diriges.
Paso 1: Define a tu público ideal 🧠
Hazte estas preguntas:
- ¿Quién suele comprar tus servicios/productos?
- ¿Qué edad tienen? ¿Dónde viven?
- ¿En qué trabajan? ¿Tienen hijos?
- ¿Qué les preocupa? ¿Qué buscan en redes?
- ¿Qué problemas solucionas tú en su vida?
Cuanto más concreto sea tu perfil, mejor. No se trata de excluir gente, sino de centrar tus mensajes.
Por ejemplo: si tienes una casa rural que atrae sobre todo a parejas que buscan escapadas románticas, hablarás distinto que si te diriges a familias con niños pequeños.
Paso 2: Aprende a hablar su idioma 🎯
Una vez sabes quién es tu audiencia, toca adaptar todo: el tono, el tipo de contenido, los horarios de publicación…
📱 Si vendes a jóvenes de 20 a 30, puedes usar un lenguaje más informal, vídeos rápidos, memes, tendencias.
🏡 Si ofreces servicios de alquiler vacacional a parejas de 40-50 años, busca un tono más emocional, contenido visual cuidado, ideas de planes tranquilos, etc.
No es lo mismo decir:
“¿Te vienes este finde a desconectar con tu persona favorita?”
que:
“Escapadas para dos: descanso, privacidad y vistas que enamoran.”
Ambos valen, pero no para el mismo público.
Paso 3: No te obsesiones con los seguidores 🧩
Aquí va una gran verdad: tener muchos seguidores no garantiza ventas. Lo que realmente importa es atraer al público correcto, ese que necesita lo que tú ofreces.
Mejor tener 800 seguidores reales, interesados y activos, que 5.000 que pasan de ti. Así que enfoca tu energía en crear contenido relevante para tu audiencia, y no tanto en hacer crecer el número.
Conclusión (y deberes) ✏️
Antes de pensar en qué publicar, dedica tiempo a pensar a quién le hablas.
Ese ejercicio lo cambia todo: el contenido fluye, el mensaje se afina, y tus redes empiezan a atraer a las personas adecuadas.
🔍 Tu tarea de esta semana:
Escribe en una nota (en serio, hazlo) el perfil de tu público ideal. Puedes incluso ponerle nombre, edad, profesión, aficiones, miedos… Cuanto más lo visualices, más claro te quedará todo lo que viene después.
¿Vamos con el capítulo II la semana que viene?
Spoiler: hablaremos de tipos de contenido según objetivos 😉